Eliminando un tabique se integra la cocina en el salón comedor creando un espacio amplío y abierto donde disfrutar de las vistas desde todos los puntos.

La cocina se configura con una isla central creando una barra de roble maciza que sirve de elemento zonificador uniendo y dividiendo a la vez los espacios.

Para conseguir integrar el elemento cocina en el espacio salón se opta por una elección de materiales alejados del blanco clásico de cocina. El color antracita y el roble, combinados con el blanco y el negro de la encimera porcelanica Neloith en 12mm.

Un juego de puertas y encimera crea dos huecos de almacenaje a los lados donde ampliar el espacio de encimera permitiendo ocultar elementos sobre la encimera de cara a crear mayor orden visual desde el salón.

Electrodomésticos panelados se integran a la perfección en el espacio. El suelo laminado en la zona de cocinada continuidad al espacio.

En los BAÑOS, tan diferentes en personalidad, el alegre juego de colores y formas con la baldosa hidráulica contrasta con la elegancia de la baldosa porcelánica en negro y beige del baño principal.